El
tradicional asadero de pescado, con pella de gofio y mojo verde, que
los vecinos de El Pajar organizan cada año para clausurar sus fiestas
patronales de Santa Águeda convocó este domingo en la bahía marinera y
de Cementos Especiales a cerca de 2.500 comensales.
“Fue
un éxito, con mucha más gente que el año pasado”, dicen los miembros de
la comisión festiva, debido en gran parte al enganche del asadero con
la verbena del solajero que Yoni Aya y Paco Guedes amenizaron hasta
cerca de las nueve de la noche.
El
Pajar madrugó desde temprano. Despertó a las 05.30 con la diana
floreada de la Banda Isleña, que ofreció durante más de una hora su
magisterio de charanga musical y voladores por las calles del pueblo.
Con el mismo tronío festivo, los vecinos agrupados se dedicaron entre
las 8.30 y las 11.00 horas a dejar todo dispuesto para el tenderete.
El
asadero es un acontecimiento popular en el que se vuelcan los vecinos.
Echando de menos a Carmela Castellano, este año Cristo Hernández, Pedro
Álamo, el concejal del barrio José Carlos Álamo, Juan Marrero y Antonio
Mariano juntaron sus manos para amasar el gofio servido por el Molino de
Pérez Gil. En total 125 kilos de pella marinera, amasada a diestra y
siniestra, del derecho y del revés, con ciernes dulces de azúcar y una
lluvia secreta de licores y ron.
Y
al mismo tiempo, en el cercano Bar Eladio, como siempre desde hace
muchos años, el vecino Eladio Jiménez y su familia al tanto de la
preparación de 100 litros de sabroso mojo verde que, ya cerca de la
media mañana, las monjas del pueblo, junto a Mari Pino Pérez y su madre
Cuca Suárez distribuyeron en limpias raciones de envases plásticos
facilitados a la organización del asadero por Juanito El Boya, que cada
año cierra el Bar Playa durante la semana festiva para que sus
trabajadores disfruten del evento con sus familias y los feriantes
también puedan tener ingresos. Y en las brasas, un total de 475 kilos de
caballas traídas en fresco desde el vecino muelle de Arguineguín.
El
disfrute del asadero, en el que se sirvieron casi 2.500 raciones, se
enriqueció con la verbena solajera que protagonizaron los solistas Yoni
Aya y Paco Guedes. El último alargó su actuación hasta cerca de las ocho
y media de la noche, poco antes de que la comisión organizadora de las
fiestas entregara los premios y trofeos de los concursos y competiciones
de tángara, zanga, pesca y repostería que se organizaron durante la
semana.