El
Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y el Club Deportivo
Tablero clausuraron este viernes el II Campus de Tecnificación que
se ha organizado y desarrollado en el Campo Municipal de Fútbol
Eleuterio Valerón, durante este mes de julio.
En
este segundo campus dirigido por el entrenador nacional Omar Herrera
Hernández y el monitor Jony Navarro Suárez han participado un total
de 80 niños de entre 5 y 13 años, incluidas 5 niñas.
El
año pasado este campus futbolístico del Club Deportivo Tablero
registró una inscripción de 53 participantes. En esta edición, sin
embargo, los organizadores se vieron obligados a cerrar la demanda de
inscripción por falta de suficientes equipamientos para los
chavales, que han pagado una cuota de 125 euros por cabeza.
El
campus lo han llevado a cabo siete monitores, entre ellos Wendal
Navarro, un canario afincado en Madrid que trabaja como preparador
físico de la cadena de filiales del Atlético de Madrid,
concretamente con los integrantes de la categoría alevín.
Dos
vertientes
Las
jornadas de trabajo en este campus se han desarrollado de nueve de la
mañana a una de la tarde, de lunes a viernes, y ha tenido dos
vertientes. La primera destinada a la mejora de los aspectos
futbolísticos técnicos individuales y colectivos de los
participantes, y a la mejora de su aspecto físico, tanto de
coordinación corporal como de psicomotricidad.
La
segunda vertiente de este campus ha estado dirigida al ocio y el
divertimento de los participantes. En ese sentido han contado con el
terrero de lucha del Polideportivo de El Tablero para practicar
fútbol-playa, y con el Pabellón Municipal del mismo pueblo para la
práctica del fútbol-sala. Además han participado en
minicampeonatos de fúbol-7 organizados en el estadio sede del
campus, donde han recibido la visita de distintos jugadores de la
Unión Deportiva Las Palmas, como Nauzet Alemán, David García o
Vicente Gómez, y han realizado excursiones como la realizada a ver
un entrenamiento oficial de pretemporada del equipo amarillo en
Maspalomas.
Este
también ha sido un campus de tecnificación abierto a niños
discapacitados físicos y psíquicos, que han contado con un monitor
que ha realizado con ellos un trabajo específico sobre todo de
coordinación.
En
la clausura, los chavales ofrecieron a las familias que les aplaudían
desde las gradas un repertorio de las actividades y ejercicios que
han venido desarrollando en este campus para la mejora de sus
movimientos de control y desplazamientos con la pelota sobre el
césped.
En
la entrega de los trofeos y diplomas a todos y cada uno de los niños
participantes en esta edición, el concejal de Eventos José Carlos
Álamo Ojeda felicitó a los organizadores y beneficiarios del campus
“por el trabajo desarrollado en la potenciación y mejora de las
cualidades técnicas y físicas pero también humanas y cívicas de
los niños”. También animó al Club y a las familias a continuar
apostando por la organización de ese tipo de actividades
lúdico-deportivas “que tienen entre sus objetivos contribuir a la
felicidad y el bienestar familiar y social”.
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