Los médicos coordinadores del SUC señalan que, como en cualquier otra
emergencia, hay que aplicar la conducta PAS (Proteger, Alertar y
Socorrer), especialmente cuando se trata de un incidente en el mar.
Proteger el incidente significa que se deben adoptar las medidas
necesarias para que la situación no empeore. Por ejemplo, en el caso de
que una persona se encuentre en apuros en el mar, el SUC advierte al que
vaya a auxiliarlo que, además de ser un buen nadador, siempre debe
acudir con algún objeto que flote (tubo de rescate, salvavidas, tabla de
surf…) que sirva de ayuda para evitar una segunda víctima.
Además de proteger el incidente, es preciso alertar cuanto antes al
sistema de emergencias, a través del teléfono 1-1-2, para garantizar que
llega la ayuda sanitaria o de otro servicio de salvamento llegue cuanto
antes.
La forma de acercarse a la víctima cuando ésta se encuentra en el
agua también es muy importante. Si la persona está consciente, hay que
hacerlo por detrás para evitar que si entra en pánico se agarre al
socorrista y terminen hundiéndose los dos. Hay que pasar los brazos por
debajo de las axilas de la víctima, sujetándola firmemente y buscando la
flotabilidad, y si se dispone de un flotador colocarlo entre nuestro
pecho y su espalda. Es importante hablarle al oído para tranquilizarlo y
que colabore.
Si por el contrario el afectado se encuentre en estado inconsciente,
hay que sacarle la cara del agua lo antes posible. Una vez en tierra,
hay que comprobar si el afectado respira y tiene pulso.
Cuando la persona está consciente, respira o tose, aunque sea con
dificultad, hay que colocarla en la posición lateral de seguridad hasta
que llegue la ayuda sanitaria.
En caso de que no respire y no tenga pulso, significa que el afectado
se encuentra en parada cardiorrespiratoria, y se debe comenzar a
realizar masaje cardiaco hasta la llegada de los equipos de emergencias.
Si la persona que asiste al afectado no sabe cómo realizar estas
maniobras de reanimación, durante su llamada al 1-1-2 un médico
coordinador del Servicio de Urgencias Canario le prestará teleasistencia
indicándole los pasos a seguir.
Evitar riesgos
Si acudimos a la playa, es imprescindible respetar las señales que
indican si es apta o no para el baño y seguir las indicaciones de los
socorristas en caso de que los hubiera. Cuando queramos bañarnos, es
recomendable entrar en el mar poco a poco para evitar los cambios
bruscos de temperatura y una vez dentro evitar las zonas de corriente y
salir rápidamente del agua ante cualquier síntoma de malestar.
Una vez en el agua tenemos que estar alerta a la aparición de
determinados síntomas que nos indican que hay que salir inmediatamente
del mar. Cuando una persona siente escalofríos o tiritona persistente
acompañado de enrojecimiento de la piel; tiene sensación de fatiga,
dolor de cabeza o pinchazos en la nuca; picores en el abdomen, brazos y
piernas; sensación de vértigo, mareo o zumbidos en los oídos; visión
borrosa o en “lucecitas o destellos en la visión”; y calambres
musculares o dolores articulares, debe pedir ayuda y salir del agua.
En caso de que vayamos a la playa con niños hay que extremar las
precauciones vigilándolos cuando estén en el agua o jugando cerca de
ella, y si acudimos con personas mayores o que padezcan algún problema
de salud, debemos acompañarlas siempre a la hora de darse el chapuzón.