Día
principal en la celebración de las fiestas de Nuestra Señora del
Rosario en el casco de la Villa de San Bartolomé de Tirajana. Una
celebración tradicional, pero a la vez distinta por cuando en esta
edición la Virgen del Rosario salía en procesión acompañada de San
Isidro -patrono del sector primario, para reclamar un invierno de
lluvias con que paliar la sequía- y de la imagen de San Bartolomé,
patrono del municipio. Una fiesta de más tradición en el pueblo que de
seguimiento masivo al culto, en un acto religioso casi exclusivo de los
vecinos, al que asistió el alcalde, Marco Aurelio Pérez Sánchez,
acompañado del concejal Fernando González Montoro.
La
Santa Misa fue celebrada de forma conjunta por los sacerdotes Vicente
Santana (tirajanero, ejerciente en la parroquia del Carmen, en Las
Huesas) y el párroco local, Armando Ladeiro. El primero fue el encargado
de la lectura del Evangelio, mientras el titular de la parroquia
platicó la homilía, centrándola en la figura de la Virgen del Rosario,
su importancia entre los católicos como depositaria de los deseos y
peticiones y de la protección de Cristo “para estar preparados para el
escatón (el final teológico, o el regreso de Cristo cuando acabe todo)”.
Hizo hincapié en la rogatoria en esta jornada a San Isidro “por la
lluvia” y también destacó la presencia de San Bartolomé, llamando a las
personas a ser limpias e íntegras. En el tramo final de su sermón, el
párroco Ladeiro hizo un llamamiento a los vecinos de Tunte que se han
despegado de la Iglesia, “si añoran la Eucaristía de hace 40 años, ¿por
qué no vienen ahora?”, implorando a que las personas mayores del pueblo
“entiendan que pueden estar cerca del final de su ciclo personal y se
acerquen de nuevo al Templo local a disfrutar de la presencia del
Señor”.
Al
finalizar el oficio de la Misa se procedió a la procesión anunciada. La
imagen de la Virgen del Rosario fue la primera en salir del templo,
seguidas de la de San Isidro y el patrón San Bartolomé, por ese orden.
La comitiva ciudadana, entre las que se encontraban las autoridades
municipales, acompañó al cortejo procesional por las calles Pérez
Galdós, Tamarán y Santiago Cazorla hasta volver al templo. Se cumplía
así, un año más en Tirajana, con la tradición de venerar a Nuestra
Señora del Rosario, compatrona eclesiástica de la parroquia.