La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal,
compuesta por cinco miembros, dedicada exclusivamente al asalto de forma
profesional de turistas extranjeros de vacaciones en el Levante peninsular. A
los arrestados se les imputan delitos de robo con fuerza, robo con violencia e
intimidación, hurto, lesiones, falsedad documental y contra la seguridad del
tráfico. Sólo entre tres de los investigados acumulan más de 130 detenciones
anteriores por delitos contra el patrimonio cometidos durante el periodo
estival, dado que en otoño regresaban a Rumanía hasta la siguiente campaña.
Los detenidos utilizaban documentos de identidad y permisos de
conducir falsificados de países como Italia, Luxemburgo, Holanda, República
Checa, Grecia, Hungría o Rumanía. De esta manera alquilaban turismos en España
con los que ampliar su radio de influencia y actividad criminal.
Los principales objetivos de la organización eran los turistas
extranjeros que pasan las vacaciones en la costa levantina, aunque también
asaltaron en ocasiones a ciudadanos árabes que utilizaban España como país de tránsito
hasta su destino final en el Norte de África. Los arrestados realizaban
diferentes rutas delictivas orientadas a áreas de descanso de autovías y
autopistas, así como a zonas de estacionamiento de centros comerciales o
aeropuertos. En estos lugares cometían los hurtos, robos con violencia y robos
con fuerza en vehículos.
Los integrantes de la organización retornaban periódicamente a
Rumanía para entregar los objetos robados y los beneficios obtenidos, así como
para “enfriarse” durante semanas y tratar de dificultar la labor de los
investigadores. Se da la circunstancia de que los arrestados hacían gala en las
redes sociales de una vida de ostentación, con la compra de inmuebles, el uso de coches de alta gama o el alojamiento
en hoteles de lujo. Esto provocaba un efecto reclamo que hacía que cada año
nuevos jóvenes de su región de origen quisieran sumarse a su grupo criminal.
Los investigadores han detenido en Alicante a los cinco
integrantes de la organización -de entre 19 y 31 años- y han registrado dos
domicilios en los que han recuperado decenas de relojes, pulseras, anillos, gafas, teléfonos móviles
y hasta camisas.