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lunes, 1 de agosto de 2016

Existen soluciones para regenerar los ecosistemas dunares como Maspalomas



  La última jornada del “Ecosistema dunar. Dinámicas naturales y turismo en el caso de Maspalomas”, que se ha desarrollado en la XXV Universidad de Verano de Maspalomas, contó con las intervenciones de los expertos José Fernández Pérez, ingeniero, José Antonio Jiménez, profesor de la Universidad de Barcelona, y Paloma Lorente, Jefa de Área de Proyectos y Obras, en la Dirección General de la Sostenibilidad de la Costa y el Mar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.


 José Fernández Pérez explicó que los “ecosistemas dunares, junto con los humedales costeros, son los espacios litorales que más han sufrido el deterioro físico por la acción humana, durante el último siglo en España”. Fernández señaló que las playas “siempre forman parte de un sistema dunar, de manera que sus problemas de funcionamiento no pueden disociarse de la dinámica global del conjunto del sistema al que pertenecen”. Por ello, el biólogo destacó que la gestión de las playas, y la importancia que tienen para la industria turística en España, debe englobar también el ámbito de los sistemas naturales a los que pertenecen.

 El ponente resaltó que, hasta hace poco tiempo, los sistemas dunares, “no sólo, no se delimitaban como espacios de dominio público marítimo-terrestre, sino que tampoco se percibían como formaciones litorales naturales que incluían a las playas y que funcionan conjuntamente con ellas”, lo que ha influido en el grave deterioro sufrido por estos sistemas. “La gestión de cualquier espacio natural está condicionada por las limitaciones que impone la propiedad de los mismos, incluso cuando tienen un grado de protección especial. De manera que, si por sus características naturales deben incluirse entre los bienes de dominio público estatal, no sólo gozarían del máximo grado de protección, al estar excluidos del tráfico comercial, sino que podrían ser objeto de una gestión integral por parte de la Administración Pública, con muy amplia capacidad de actuación”.


 Por su parte, José Antonio Jiménez, profesor de la Universidad de Barcelona, habló de las dunas de Maspalomas como recurso turístico y de la gestión de las zonas costeras con fines creativos, y explicó que “la capacidad de carga recreativa de una playa se refiere a la cantidad y tipo de usuarios que puede soportar sin que produzcan un impacto ambiental y social”. Añadió que para evaluar esta capacidad hay que tener en cuenta dos aspectos fundamentales: la componente biofísica, que se refiere a la integridad del recurso-base (en este caso la playa y las dunas), y la componente asociada a la percepción, que tiene en cuenta el grado de satisfacción del usuario.


 En zonas costeras sujetas a un uso intensivo, como Playa del Inglés, la componente biofísica se restringe básicamente a los aspectos físicos, ya que normalmente los valores ambientales de este tipo de playas son bajos, con la excepción de aquellos relacionados con el paisaje. “Cuando el sistema incluye elementos de alto valor natural, como es el caso de las Dunas de Maspalomas, además de los aspectos físicos hay que considerar también aquellos relacionados con la conservación de los valores ambientales”.

 Destacó que los aspectos que afectan a la percepción del usuario se limitan a la limpieza de las playas, los servicios, los accesos y la superficie de playa disponible. “Cuando el sistema incluye un elemento singular característico, como las dunas de Maspalomas, además hay que añadir el estado del mismo, ya que afecta a la percepción global del usuario y determina su grado de confortabilidad”.


 Para concluir, intervino Paloma Lorente, Jefa de Área de Proyectos y Obras, en la Dirección General de la Sostenibilidad de la Costa y el Mar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, sobre “Regeneración de sistemas dunares para protección de playas”. Lorente explicó que, dentro de las funciones de la Dirección General está la protección y conservación de los elementos que integran el dominio público marítimo terrestre, en particular, la adecuación sostenible de las playas, sistemas dunares y humedales litorales, así como la redacción, realización, supervisión, control e inspección de estudios, proyectos y obras de defensa del sistema.

 Lorente relató los principales problemas que han sufrido y sufren los sistemas dunares españoles, como la disminución de aporte de sedimento, extracciones de arena, ocupaciones en zonas dunares o la degradación de la vegetación y la contaminación, entre otras. En su intervención, describió algunas de las soluciones para la regeneración y protección que se realizan por toda la costa española con ejemplos gráficos de casos positivos de regeneración de dunas, aportaciones de arena, colocación de captadores de arena, eliminación de vegetación no autóctona, plantaciones, vallados o carteles, que se han realizado en ecosistemas dunares de Baleares, Cataluña, Valencia y Galicia.