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lunes, 18 de julio de 2016

La Unión Deportiva Las Palmas responde al calor de Tunte con goles



  Tarde calurosa de domingo en el centro neurálgico de San Bartolomé de Tirajana. La primera plantilla de la Unión Deportiva Las Palmas volvía a inaugurar los partidos de pretemporada en Tunte, como el año anterior. En el marco de las Fiestas de Santiago, un espectáculo de primer nivel futbolístico llegó al complejo deportivo Las Lagunas con el ánimo de hacer pasar una buena tarde a los aficionados, mayormente tunteños, y lo lograron. Una selección municipal de Tirajana, con Juan Carlos Valerón de estrella, se centró en ser opositor en lo posible de los amarillos, pero la fuerza se impuso a la voluntad, y el equipo de Setién acabó haciendo ocho goles, en un partido de primeras conclusiones para el entrenador.





 Las altas temperaturas de días precedentes quizá provocaron un efecto de retracción sobre los aficionados. Con todo, el graderío del campo tirajanero casi se cubrió a poco de abrir las puertas. El equipo amarillo desata pasiones y Tunte no iba a ser una excepción. El alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, presidió el choque en compañía del presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez; otros concejales y dos directores generales de la entidad amarilla también ocuparon sitio en el paco habilitado al efecto.
 

  El   El 0-8 final fue casi anecdótico. Quizá menos para Setién, que sacaría conclusiones del comportamiento del equipo. También los aficionados sacarían las suyas, sobre todo en la segunda parte, con un Jonathan Viera espectacular. Tres goles en la primera mitad, dos de ellos de un espléndido Momo, uno de penalti, y cinco tras el intermedio, donde los aficionados parecieron encontrar al viejo Araujo conocido y gozaron con Viera, con el 21 a su espalda.

  El otro 21, Juan Carlos Valerón, fue aclamado cuando abandonó el campo, a falta de veinte minutos para el final reglamentario. El público se lanzó al césped al final del partido y contó con la complicidad de los jugadores amarillos para que los más pequeños, y no tanto, pudieran hacerse fotos con sus ídolos amarillos.