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lunes, 28 de mayo de 2012

Pepe Dámaso denuncia el derribo de obra civil y turística histórica, y pide “reflexión y escarmiento” para el futuro

 El artista grancanario Pepe Dámaso Trujillo reclamó en el pregón de las fiestas de San Fernando el Faro de Maspalomas para el Sur y el municipio de San Bartolomé de Tirajana como un “símbolo turístico internacional maravilloso”.
“Yo sé que el Faro es de Costas, pero me gustaría hacer una llamada a la revolución para ver si de una vez se lo dejan al Sur, porque ahora es como si el Dedo de Dios fuera de Gáldar. El faro debe ser de aquí, porque es un símbolo internacional maravilloso”, afirmó.



 Esta petición la hizo el artista de Agaete en el transcurso del pregón que ofreció ese jueves entre amigos y ante numeroso público en el Centro Cultural de Maspalomas, con motivo de las fiestas patronales de San Fernando de Maspalomas y dedicado al ex alcalde “mi amigo Paco Araña”, dijo.
 En su discurso, “sincero y ameno” según él y calificado de “pregón interactivo y singular” por el alcalde Marco Aurelio Pérez, Pepe Dámaso no siguió ninguna pauta reglada o escrita. Fue un pregón distinto, muy plástico, en el que interactuó con el público y utilizó como excusa inicial y de partida una silla plegable “obra de arte” perteneciente a la antigua iglesia del poblado viejo de San Fernando.
 A través de aquella edificación religiosa emblemática, obra del arquitecto Manuel de la Peña, narró su vinculación con éste y con el surgimiento de las primeras edificaciones turísticas, y aprovechó su desaparición hace algunos años “derribada por la mano destructora de la pala mecánica”, para pedir mayor “reflexión” de cara al futuro.
 “Tirarla abajo sin que mediara ninguna actitud de rechazo por parte del pueblo que tenía que haber protestado”, dijo, “no fue sólo un hecho de incultura y desconocimiento. También tiraron el mural Balos en el Hotel Costa Canaria o la antigua Rotonda de San Agustín, y lo digo para que lo meditemos y tomemos como escarmiento”, señaló.

 En esa línea se pronunciaron también durante este pregón las palabras del arquitecto Luis López, con quien Dámaso colaboró en distintas obras arquitectónicas que les solicitó el empresario Estanislao Mañaricua para sus hoteles Gloria Palace de San Agustín y Amadores.
 “Tenemos mucho que mejorar y que cambiar en las cosas que se hicieron, y hacer una apuesta por la calidad. En el futuro hay que plantearse todo lo que se haga con una extraordinaria calidad porque de otra forma no se podrá competir. Hacer promociones turísticas no pensando exclusivamente en el beneficio a corto plazo sino a largo plazo. Eso solo es posible con auténtica calidad, no sólo por materiales sino por concebir los proyectos con ambición de bienestar y atractivo internacional”, afirmó López.
La cucaña
 Pepe Dámaso aludió en su discurso a la invitación personal que le formularon el alcalde y el concejal de Turismo, Ramón Suárez, para que participara en la celebración del cincuentenario de Maspalomas, de cuyo cartel conmemorativo es autor. “Acepté y les dije que cualquier celebración debía servir de reflexión mirando hacia el futuro”.

 “Me he unido al proyecto del cincuentenario con todo mi corazón porque me emociona ver la cantidad de cosas que he hecho por esta bendita tierra. Me gusta de verdad. No he tenido amores aquí pero ha sido por las dunas, por el calor, por la tropicalidad, por los aparceros. Me conmueve pensar que antes del turismo hubo otros hombres que trabajaron aquí con el sudor de su frente”.
 En relación a la aparcería aludió también en su discurso a la cucaña, convertido en motivo principal de muchas de sus pinturas y proyectos esculturales, y utilizado como referente en el cuadro cedido al Ayuntamiento para el cartel anunciador de las Fiestas de San Fernando 2012.
 “La cucaña fue la primera imagen que vi cuando vine al Sur, bonita, casi como una pequeña iglesia, como una capilla. Allí se dejaban a los niños mientras amarraban los tomateros, allí seguramente se hizo el amor, y allí guardaban la comida y allí echaban la siesta”, comentó.
Mestizaje y Manrique

 Dámaso aludió a la interculturalidad que puebla San Fernando de Maspalomas, y mostró su apuesta por la modernidad. “Yo veo al San Fernando mestizo e internacional como un pastiche de modernidad, unido al progreso de la zona turística con las necesidades de vivir del mar, de las dunas y del dinero que allí se hace. Eso sería lo justo. Creo que debe insistirse en la modernidad para encontrar un patrimonio verdaderamente interesante”, afirmó.
 Durante su intervención le preguntó al alcalde: “Marco Aurelio, ¿Por qué se acordaron de mí?”, y éste respondió: “buscamos a una persona que siempre estuvo vinculada a Maspalomas, y que sigue vinculada a ella con proyectos pendientes de realizar aquí, y que fuese capaz de expresar lo que pretendemos con este destino turístico como esperanza de Gran Canaria”.
 Pero no fue el único. También preguntó al empresario Antonio Santana Miranda, uno de los precursores del turismo en Maspalomas, con quien dialogó micrófono en mano sobre el sur que conocieron el grupo de artistas e intelectuales de los años 50 conformado por Pedro Mainou, Pedro Lezcano, Ricardo Lezcano, Juan Hernández Calimano, Millares, García Panadero, Eduardo Miranda y otros… “cuando de Agüimes para abajo no había nada”.

 Dámaso no olvidó en su intervención a su amigo César Manrique, sobre quién anunció que está preparando y ultimando la edición y difusión de toda la correspondencia que ambos mantuvieron durante su trayectoria artística y vital, más de 200 cartas con bocetos y dibujos del artista lanzaroteño, impregnadas de su filosofía y de su alegría de vivir. “Juntos visitamos las dunas. A los dos nos gustaba la tropicalidad”, recordó Dámaso, quien finalizó su pregón apostando por la necesidad de que “todos arrimemos el hombro”.
 Al término de su discurso, José Dámaso Trujillo plegó la silla y puso sobre ella el ramo de violetas con el que entró en el teatro una hora antes. En agradecimiento, el alcalde y el concejal de Festejos, José Carlos Álamo, le entregaron una encuadernación singular de su cartel anunciador de las fiestas de San Fernando 2012, donde refleja parte de la historia del presente y del futuro
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